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ASESINAN A DOS PERSONAS EN UN SUPER CHINO DE VILLA BALLESTER

El supermercado chino ubicado en la calle Catamarca al 4000 de Villa Ballester, partido de San Martín, llevaba en total abierto apenas tres semanas.

En ese tiempo, primero sufrieron un robo a mano armada en el que golpearon a culatazos a los empleados y luego les balearon el frente del local.

Pero el último y más grave hecho de esta seguidilla violenta ocurrió ayer a la mañana, cuando dos hombres asesinaron a balazos a un hombre de nacionalidad china que estaba en la puerta del local y después a una empleada argentina.

Luego los asesinos huyeron en un auto que los esperaba en la esquina.

El asesinato de Chan Ingrin (22) y Emilia Correa (20) ocurrió poco antes de las 11 de la mañana de ayer, en el Supermercado Ballester. Tras descartar el robo, la primera hipótesis del doble crimen apuntó a un ataque de la denominada “mafia china” , que amenaza y extorsiona a comerciantes de esa nacionalidad.

El comercio está ubicado en un barrio de clase media, pero a una cuadra se encuentra la villa La Rana , donde vivía la joven asesinada. “Los chinos se lo compraron hace tres meses a la anterior dueña, que era argentina. Tuvieron abierto dos semanas, pero después cerraron para remodelar y volvieron a abrir el sábado pasado”, contó Alejandro, un joven que trabaja en la panadería del supermercado y había salido a hacer un reparto cuando ocurrió el doble crimen.

El ataque fue a las 10.40 y quedó registrado en las cámaras de seguridad del local.

Un vecino que colaboró como testigo con la Policía Científica contó que el ataque ocupa “siete segundos en la filmación”.

Ahí se ve como los dos asesinos –de entre 25 y 30 años, según la Policía– bajaron de un auto en la esquina. “ Vestían jeans, camperas y gorras. Los rostros no se veían bien ”, comentó una fuente policial.

La primera víctima fue Chan Ingrin, al que encontraron sentado junto a la caja y lo balearon dos veces sin darle tiempo a nada . “El era empleado del dueño del supermercado en otro lugar, pero solía venir por acá, y cuando estaba cumplía el rol de encargado” , contó una fuente policial. El panadero del supermercado dijo que el joven estaba sentado ahí porque la cajera le había pedido que “la cubra mientras iba al baño”.

Inmediatamente después, el otro agresor fue a buscar a Emilia Correa.

La joven, que trabaja en la fiambrería, habría intentado correr hacia el fondo del supermercado y ocultarse en la fiambrería, pero el asesino la siguió y l e disparó una vez en la espalda y otra en la cabeza.

“Quedó tirada en posición fetal y aparentemente el tiro que le dio en la cabeza antes impactó en el celular; se ve que intentó pedir ayuda”, contó el testigo a la Policía Científica. Aparentemente, los dos asesinos huyeron inmediatamente y subieron al auto que los esperaba en la esquina.

Si bien la principal hipótesis de la investigación es que se trata de un nuevo golpe de la mafia china – hace unas semanas, alguien baleó el portón del supermercado, un aviso previo en muchos de estos casos – los investigadores sumaron otras dos hipótesis.

La primera se basa en que la mujer tuviera una relación con el joven chino y que la pareja de ella –“un pesado de La Rana”, según un jefe policial– los haya asesinado a ambos por celos.

La segunda hipótesis se remontaba al robo que sufrió el supermercado apenas abrió para probar su funcionamiento, hace tres meses. Entonces, dos ladrones robaron la plata de la caja y golpearon a culatazos al dueño del lugar y a la otra empleada de la fiambrería, una mujer de unos 30 años que sería hermana de la joven asesinada. La policía arrestó poco después a un sospechoso y tanto el dueño como la empleada lo marcaron en una ronda de reconocimiento.

El supermercado cerró por remodelaciones días más tarde y el doble asesinato de ayer sería, según esa hipótesis, una venganza que recayó sobre dos personas equivocadas.

En tanto, ante la posibilidad de que los dos hombres que actuaron ayer en el doble asesinato del supermercado de Ballester no sean de nacionalidad china, los investigadores del caso recordaron que ya hubo ocasiones en las que, para extorsionar y atacar a los supermercadistas orientales, se contrató a delincuentes argentinos.

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