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LA LÍNEA 60 CONTINÚA SIN FUNCIONAR

La línea 60 y la empresa Microómnibus Norte SA (Monsa) mantienen un duro conflicto laboral desde el jueves, cuando los choferes decidieron no cobrar boleto a los pasajeros por el despido de un trabajador. Luego de esa medida, se dictó la conciliación obligatoria, la cual no fue acatada, y como consecuencia despidieron a 47 empleados más. Ayer, los choferes anunciaron un “lockout patronal”, por lo que se vieron afectados más de 250 mil usuarios. Por lo pronto, la disputa sigue la línea aún no presta el servicio.

Hugo Swarzman, uno de los cuatro delegados de la comisión interna gremial, pidió la intervención del Gobierno para solucionar el conflicto que, según él, es provocado por la compañía concesionaria de la línea: “Quizás este sea el momento en que la Presidente se haga cargo de la 60”, dijo el delegado al pedir que el Ministerio de Trabajo interceda para solucionar un conflicto que data de 2011.

“Despidieron a un compañero, por lo que decidimos no cobrar boleto jueves, viernes y sábado a la mañana y el sábado a la tarde despidieron a 47 compañeros y extorsionaron al resto de los trabajadores”, se quejó Swarzman en declaraciones a radio Nacional Rock.

“Esto es un lockout patronal, no es un paro. Hay varios colectivos en marcha preparados para salir a trabajar. La empresa está desconociendo la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo”, se quejó el delegado.

La empresa Microómnibus Norte SA (Monsa) decidió impedir que las unidades salgan a la calle porque los choferes no estaban cobrando boleto a los usuarios como protesta ante el despido de un trabajador identificado como Daniel Benítez.

Los problemas entre los trabajadores y la patronal vienen siendo arrastrados sin una solución definitiva desde 2011, cuando Monsa fue comprada por un grupo de empresas encabezado por Dota, que ya operaba entre otras las líneas 8, 23 y 44.

Según Swarzman, esta empresa es un monopolio porque tiene 48 líneas de colectivos: “El año pasado este grupo empresario recibió 4.000 millones de pesos en subsidios por parte del gobierno nacional”, afirmó.

“El no cobro de boleto es la forma en que nosotros decidimos llevar adelante nuestro reclamo para no afectar a los usuarios. Pero la empresa después decidió que, si no se cobra boleto, los colectivos no salen”, dijo Iván Iza, delegado de la comisión interna gremial, en declaraciones a radio La Red.

Según el delegado, los choferes asistieron esta madrugada a sus puestos de empleo para comenzar a trabajar, por lo que esperaban las planillas que completan a medida que cumplen con la jornada, pero la empresa no presentó a ningún administrativo.

Marcelo Pasciuto, presidente de la empresa de transportes Monsa, que opera la línea 60 de colectivos, afirmó que la protesta que iniciaron los choferes el jueves pasado responde al despido de un colega que “tuvo 13 accidentes en tres años”.

“Se lo despidió con justa causa, porque no podemos poner en riesgo la vida de los pasajeros”, planteó el empresario. En diálogo con radio América, Pasciuto contó: “En febrero pasado, hubo un accidente en la Panamericana en el cual un conductor de nuestra empresa chocó con una camioneta y el colectivo se estrelló contra un árbol”.

“De ese accidente surgen cuatro heridos, entre ellos una embarazada de cuatro meses. Este conductor tiene 13 choques en tres años. El señor entró al sistema de la ART y el 21 de junio se reintegró a trabajar, y lo despedimos con justa causa, porque no podemos poner en riesgo la vida de pasajeros”, explicó el empresario.

En ese contexto, dijo que los pares del despedido “iniciaron la medida de no cobrar boletos el jueves, pero el viernes se firmó la conciliación obligatoria”. Y agregó: “La firman pero no la acatan, siguen con la medida y el sábado mandé 47 telegramas de despido, por no acatar la conciliación obligatoria y seguir con la medida de fuerza”.

Pasciutto informó que realizó denuncias policiales por el intento de “cortarle un dedo a uno de los choferes que quería trabajar” y dispuso asueto de personal administrativo en las terminales de Constitución y de Ingeniero Maschwitz “como medida de seguridad porque recibieron amenazas”, por parte de los choferes.

Además, denunció que los trabajadores se valieron de “una patota en cada cabecera” para impedir que cumplan tareas quienes sí deseaban cobrar boleto: “El viernes un chofer cortó boletos, no se adhirió, lo marcaron, lo siguieron con una moto y le cortaron una falange. Está todo denunciado ante la Fiscalía y la Policía”.

“No vamos a poner en riesgo la vida de empleados y de pasajeros, no merece nadie viajar con un conductor que tuvo esa cantidad de accidentes. No entiendo la defensa que se hace, porque a lo mejor el hombre está capacitado para otra tarea, pero no para manejar colectivos”, resumió el titular de la empresa Monsa

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