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BALANCE DE RÍO: 3 DORADAS, UNA DE PLATA Y 11 DIPLOMAS

Para la historia quedarán las tres medallas de oro, una de plata, 11 diplomas y el 27° puesto de Río de Janeiro 2016. Esto significa que Argentina cumplió su mejor actuación olímpica en los últimos 68 años en cuanto a calidad de metales obtenidos y la mejor desde Helsinki 1952. Esa ubicación es observada con satisfacción pero el ojo debe ir más allá y lo inteligente será profundizar en la realidad para diagramar un futuro mejor. Hubo coyunturas en cada deporte (las exigencias siempre son diferentes) y por eso los resultados fueron superiores, los esperados o hasta peores en cada caso. Este es el análisis.

ATLETISMO. Lo positivo fueron las dos finales de Germán Chiaraviglio y Braian Toledo aunque los dos no pudieron sostener sus marcas del Mundial 2015. Retrasado Germán Lauro, ambos son los únicos ahora con un standard internacional. Las restantes actuaciones fueron muy flojas aunque tampoco se esperaba demasiado de todos ellos. Un párrafo para Federico Bruno: ojalá que Argentina no haya perdido a un mediofondista de gran calidad por haberse lanzado a la aventura del maratón.

BASQUETBOL. Cada partido de la Generación dorada fue una emoción. Y el balance, sólo en este caso, debe pasar por ese tamiz. Si bien terminar octavo (diploma) fue un retroceso en cuanto a lo numérico, la gratitud tapa el resto. De todos modos el equipo volvió a ser “corto” como en Londres 2012 y las falencias en la zona de la pintura fueron evidentes.

BEACH VOLLEY. Ana Gallay y Georgina Klug perdieron todos sus partidos. Algunos problemas físicos (el calor afectó a la entrerriana y la santafesina sufrió con su muñeca) les impidieron sostener lo que venían cumpliendo en el circuito.

BOXEO. Haber clasificado a seis atletas le dio más chances y de un diploma se pasó a dos gracias a Alberto Melián y Yamil Peralta, los únicos que traían experiencia olímpica.

CANOTAJE. Se tejieron expectativas, pero fueron desmedidas. La realidad indicó que ningún bote pudo pasar a la final A. Los palistas quedaron muy lejos de mejorar el quinto puesto del K2 200 de 2012.

CICLISMO. Un paso atrás pero no tanto por lo que pasó en ruta, BMX y mountain bike que fue lo esperado sino porque Argentina no presentó atletas en pista, donde el deporte ganó la única medalla de su historia hace apenas ocho años.

EQUITACION. Matías Albarracín cumplió con su diploma la mejor actuación desde México DF 1968. Y dijo: “No pude participar en Londres por un problema con mi yegua. Eso me hizo bien porque no me sentía listo. En cambio, desde Toronto me sentí mucho más seguro para Río de Janeiro”. Moraleja: a los Juegos Olímpicos se viene a competir y no a participar.

ESGRIMA. María Belen Pérez Maurice sólo sacó seis puntos. La traicionaron los nervios pese a ser éstos sus segundos Juegos.

FUTBOL. Al papelón se le sumó otro papelón. El equipo nunca respondió y la eliminación ante Honduras es un síntoma de que todo se hizo muy mal.

GIMNASIA. Nicolás Córdoba fue 18° en barra fija y Ailen Valente resultó 56° entre 61 atletas en el concurso individual. Muy poco con respecto a la final de Federico Molinari de Londres.

GOLF. En algún momento de la cuarta ronda Emiliano Grillo y Fabián Gómez se ilusionaron con el bronce, pero no pudieron mantener el ritmo aunque al primero le quedó un diploma.

HANDBALL. Los Gladiadores llegaron sin Diego Simonet y ese fue un handicap muy grande para poder clasificarse a los cuartos de final. A La Garra todo se le hizo más complicado pero las chicas mostraron un avance interesante. Un ejemplo: ante Suecia, en 2011, Argentina perdió por 26 goles; acá, por 10.

HOCKEY SOBRE CESPED. Cara y ceca. Los Leones fueron de oro cuando antes del debut algunos se conformaban con superar el décimo puesto de 2012. Pero el mejor corner corto ofensivo del mundo -Peillat, mediante-, algunas individualidades en un nivel soberbio (Vivaldi, Matías Rey, Rossi y Brunet) y un convencimiento total los llevó a la gloria. Las Leonas, en cambio, nunca jugaron bien. Para ellas, el diploma no alcanzaba. Holanda les cortó una serie impresionante que le abre el camino a una fuerte autocrítica.
Paula Pareto lleva la bandera de Argentina en la ceremonia de cierre de los Juegos de Río 2016. (Maxi Failla)

Paula Pareto lleva la bandera de Argentina en la ceremonia de cierre de los Juegos de Río 2016. (Maxi Failla)

JUDO. Bronce olímpico en Beijing y campeona del mundo vigente, Paula Pareto le sumó el oro a su curriculum. La incógnita es qué hay debajo de ella como para sacarle todo el jugo posible a ese título. Por ahora la médica es una isla en el océano.

LUCHA. Con un sólo combate ganado, Patricia Bermúdez fue por la medalla de bronce y quedó a sólo un punto. Más allá del diploma, el problema es el mismo de casi todos los deportes de combate: no hay cantidad y así es difícil encontrar calidad.

NADO SINCRONIZADO. Etel y Sofía Sánchez escalaron tres puestos con respecto a Londres, cuando fueron 19°. Se clasificaron pero acá sólo vinieron a sumar experiencia.

NATACION. La decepción fue Federico Grabich porque los más optimistas lo veían en la final de 100 metros libre pero no llegó ni a la semifinal. Santiago Grassi estuvo cerca de su mejor registro de 100 mariposa en una prueba muy competitiva y Julia Sebastián hizo lo mismo en 200 pecho. El resto pasó sin pena ni gloria. Se esperaba algo más de un deporte que mejoró mucho de la mano del técnico australiano Bill Sweetenham.

PENTATLON MODERNO. Emanuel Zapata e Iryna Khokhlova (había ciertas expectativas con ella) quedaron muy lejos. Lo positivo fue que tras 56 años Argentina volvió a los Juegos en un deporte que lucha contra su supervivencia. Pero ese dato no alcanza para aprobar.

PESAS. En un deporte que perdió buenos valores por “culpa” del crossFit, Joana Palacios no llegó en su pico de rendimiento ya que le había apuntado al Mundial de junio. Sus marcas estuvieron lejos: sumó 190 kilos cuando en Tiflis había levantado 199 (nueve kilos es una gran diferencia).

REMO. El 15° puesto de Brian Rosso y el 17° de Lucía Palermo es poco si se considera el apoyo que tuvo el deporte en el último ciclo. Los dos lucharon, pero todo fue una consecuencia de malas decisiones dirigenciales y ausencia de talentos.

RUGBY. Apenas un penal errado por Gastón Revol en el final del tiempo reglamentario fue la diferencia entre una semifinal olímpica y un diploma. Los Pumas hicieron lo que se esperaba.

TENIS. Lo de Juan Martín Del Potro se llevó todos los halagos. Porque no sólo fue plata sino que venció a Novak Djokovic y Rafael Nadal. Además lo hizo jugando en un gran nivel por momentos y estableciendo un vínculo muy fuerte con la gente.

TIRO. Melisa Gil logró un diploma en skeet y Fernanda Russo (15 años) fue décima en rifle 10 metros y ratificó que es la mejor aparición de los últimos tiempos.

TRIATLON. Sobre 54 participantes terminaron 50 y Gonzalo Tellechea (había sido 38° en Londres) se ubicó 45° y Luciano Taccone, 48°. Muy flojo.

VOLEIBOL. Los varones aplastaron a Rusia por 3-0 e ilusionaron, pero Brasil los frenó y fueron diploma. El equipo alcanzó un nivel alto en su piso y tiene que dar un paso más para ganarles a los mejores más seguido. De las mujeres no se esperaba más aunque sus cuatro derrotas fueron 3-0.

YACHTING. Había chances y por fin llegó el oro con Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli (Nacra 17). El 470 (Lucas Calabrese y Juan de la Fuente) y el 49er FX (Victoria Travascio y María Sol Branz) pudieron haber rendido mucho más. Fue muy bueno lo del 49er de Yago y Klaus Lange (diploma), aceptable lo del laser de Julio Alsogaray y una grata sorpresa lo del Finn de Facundo Olezza.

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