DestacadosSan IsidroTigre

PERPETUA A 2 HOMBRES POR MATAR A ALBANIL EN BENAVÍDEZ EN 2015

Dos jóvenes fueron condenados hoy a prisión perpetua por haber asesinado de un tiro en la cabeza a un hombre que se negó a entregarles una mochila cuando, en 2015, lo asaltaron en la puerta de un country de la localidad bonaerense de Benavídez, en un caso que los jueces consideraron como un típico “homicidio por resentimiento”.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro condenó a Sergio Oscar Petrini (22), alias “Oscarcito”, y a Marcelo Hernán Gorosito (24), alias “El Rubio”, a la máxima pena del Código Penal por el homicidio del albañil Albino Giménez Torres (19).
Tal como había solicitado el fiscal de juicio, Mariano Magaz, la condena fue por “homicidio agravado criminis causa”, es decir, cuando se mata para ocultar otro delito, en esta caso la tentativa de robo.
Fuentes judiciales revelaron que en el fallo, los jueces Alberto Ortolani, María Elena Márquez y Gonzalo Aquino, consideraron que fue un típico homicidio “por resentimiento”, ya que la víctima no quiso entregarles la mochila y por eso fue ejecutada de un disparo en la cabeza.
“Aquí no se mató ‘para’ sino ‘por’. En el caso, por no haber logrado los autores el fin propuesto al intentar otro delito” (léase el robo). En palabras prestadas, esta agravante castiga la conducta de aquel que mata por despecho, resentimiento, frustración o mal querencia”, dice el fallo al que accedió Télam.
El hecho ocurrió el 6 de octubre del 2015, a las 5.50 de la madrugada, en la calle Corsini entre La Pampa y Río Negro de la localidad de Benavídez, partido de Tigre, a metros de la entrada del barrio privado “Las Glorias”, cuyas cámaras fueron clave para el esclarecimiento, ya que grabaron toda la secuencia del crimen.
Así se pudo reconstruir que Petrini y Gorosito estaban escondidos entre algunos arbustos de la cuadra y cuando Giménez Torres, que había salido de su casa rumbo a su trabajo como albañil, se acercó al sitio donde estaban, fue sorprendido por los delincuentes que le exigieron la entrega de su mochila.
De acuerdo a lo que se ve en el video y se acreditó en el juicio, la víctima se resistió a entregar sus pertenencias, mantuvo un breve forcejeo y cuando se dio vuelta para escapar corriendo, “Oscarcito” Petrini lo mató de un disparo en la cabeza.
Uno de los vigiladores del country declaró que luego del disparo vio en los monitores de las cámaras del country como dos personas escapaban y al salir a la calle se encontró con la víctima fallecida y llamó a la Policía.
Los videos de las cámaras del country y de la Municipalidad de Tigre fueron la clave para llegar a los autores, ya que la Policía se entrevistó con vecinos de la zona que pudieron identificar a los autores del hecho como dos jóvenes del denominado barrio La Mascota, de Benavídez.
Uno de esos testigos declaró en la causa que ambos condenados se solían mover “en patota”, que “solían estar armados y hacerse los malos” y que llegó a escuchar a Petrini decir la frase “en La Mascota mando yo”.
También declararon los testigos que vieron a “Oscarcito” enseñarles a disparar con armas a menores de edad del barrio.
Además, el fiscal a cargo de la instrucción, Sebastián Fitipaldi y los policías de Tigre que trabajaron el caso, analizaron los perfiles de Facebook de los imputados -“Decime Oscaciithoo” y “Cristian Zanchez”, lo que sirvió para hacer tareas de inteligencia y lograr sus detenciones.
Si bien durante la instrucción de la causa, ninguno de los dos acusados había declarado, en el juicio lo hicieron, confesaron y manifestaron estar arrepentidos.
“Estoy arrepentido, todo sucedió como lo dijo el señor fiscal. Yo tengo dos hijas chiquitas. Tuve una ‘probation’ en la Federal por un robo agravado, y no supe aprovechar esa oportunidad”, dijo Petrini ante el TOC 1.
“El que llevaba el arma ese día soy yo, y el que dispara fui yo también. No lo voy a negar. Reconozco el hecho”, agregó.
Gorosito también habló ante los jueces y les dijo: “Yo no tuve intención de lastimar a nadie en un principio, no pensamos que iba a pasar esto y que iba a terminar así, pero una cosa llevó a la otra. La idea era sólo robarle a este chico, pero después pasó lo que pasó. Estoy arrepentido”.
Si bien estas palabras fueron tomadas como un atenuante en el fallo, en el homicidio agravado no se puede graduar la pena y ambos terminaron condenados hoy a prisión perpetua.

Etiquetas
Mostrar más

Municipios que nos apoyan

Botón volver arriba
Cerrar